jueves, 27 de marzo de 2008

111.

Resoplando con fuerza, Eduardo quitó otra caja del ático. Hacía quién sabe cuantos siglos desde la última vez que lo limpiara, y estaba atestado de viejos objetos, baúles y antiguallas, a cada cual más extraña. Ed ni siquiera recordaba haber conseguido una garra de dragón... o draco... o el gran reptil que fuese. Claro que tal vez aquello fuese un inofensivo tronco. Pero el hombre dudaba de haber visto troncos tan lustrosos.

Ah, rayos... ya se acordaba. Había encontrado la garra en los bosques de Iciclos, durante su período de entrenamiento en el continente helado. Vaya que hacía tiempo de aquello... las sirenas y el bullicio que sonaban fuera le hizo fruncir el ceño. Desde la puesta en estado de excepción, las calles eran un infierno de ruidos, persecuciones y gritos. Era una suerte que Vic hubiera elegido justo ese tiempo para una "pausa de reflexión", como ella misma dijo. conociéndola, eso significaba que hasta dentro de una semana o dos no haría nada... prácticamente ni saldría de casa. Eduardo suspiró, sacudió la cabeza, y levantó otro pesado baúl, consiguiendo en el proceso una nube de polvo. Pobre niña.

El ruido afuera continuaba. Ed se preguntó que demonios habría provocado semejante barullo policial. Pero cuando giró la cabeza y revisó qué quedaba en el cuarto, dejó de oír las sirenas, los gritos y los coches. Tampoco oyó el golpe seco del baúl al caer al suelo, ni notó cuando lo había soltado. Casi se olvidó también de respirar.

Y todo por aquella caja.

Estaba cubierta de polvo y telarañas, medio escondida en las sombras, pero perfectamente conservada. Para lo que era, claro.

Olvidando la limpieza por el momento, Eduardo tomó la vetusta caja y bajó con ella al salón, depositándola suavemente sobre la mesa. El corpulento hombre de cabello gris acero contempló su hallazgo durante un largo rato, sin atreverse a abrirlo. Pasó la manga de su vieja camiseta marrón por su frente y no le sorprendió retirar una buena capa de sudor. Sacudiendo el polvo depositado en sus pantalones vaqueros, bastante ajados, se juzgó lo suficientemente limpio como para sentarse en el sillón sin tener que pasar la escoba luego... otra vez.

Le temblaba el pulso. ¿Por emoción? ¿O por miedo? La última vez que había visto aquella caja, la última vez que se había abierto, el terror se apoderó de sus células, y no porque leyese su contenido, si no por la reacción de su nieta.

Y es que ese estuche, de inofensivo y avejentado aspecto, era más peligrosa que una invocación descontrolada, al menos para ellos.

Porque allí dentro estaba el secreto de Victoria. De su concepción. De su vida. Y de lo que era.


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Una, dos, tres... las puntadas se sucedían sin pausa pero sin prisa, de manera delicada y cuidadosa.

Repantingada en su cama, Vic cosía. Podría resultar irónico para quien la conociera, pero la pequeña asesina encontraba muy relajante la confección de ropa. Coser o tejer le permitían ocupar las manos en algo que requería habilidad pero que le dejaba la mente libre para maquinar. De hecho, casi todo su vestuario se lo elaboraba ella misma... entre otras razones porque nadie hacía ropa de su estilo en su talla.

Una mueca burlona se asomó a su rostro cuando pensó en las prendas que solían vestir las niñas. Realmente no pegaban con ella.

Cuatro, cinco... la aguja se deslizaba como una pequeña lanza, callada y eficiente. Lobo, tumbado junto a Hiro, alzó perezosamente la cabeza y se reacomodó para seguir con su siesta. El refugio estaba tranquilo, tan tranquilo... justamente como le gustaba a su dueña. Aquí escapaba del ruido y el continuo movimiento del mundo exterior para dedicarse unos momentos a sí misma.

No es que fuese muy grande. La habitación principal (la única habitación de todo el lugar) tenía la forma de un círculo al que hubieran cortado un trocito y era un cruce entre dormitorio, taller y cocina, si bien los únicos elementos propios de una cocina eran la nevera y la pequeña encimera al lado de ésta. Aparte de que Vic solía aislar esa zona con un biombo. El "trocito faltante" era la única zona separada por pared, el baño.

Realmente, a un adulto aquello le hubiera parecido una casa de muñecas grande, ya que todo era de tamaño infantil. Para alguien mayor hubiera resultado pequeño e incómodo, pero para Vic era un alivio. Con todo a su medida, casi podía fingir que era alguien normal, con un cuerpo acorde a su edad. Casi. Hasta la entrada era minúscula, lo justo para que cupiera el cuerpecillo delgado de la niña o sus peludos acompañantes. Difícilmente podría entrar allí un adulto.

Seis, siete, ocho... y es que Victoria había situado su "hogar" bajo un montón de escombros y pedazos de trenes carcomidos y roídos por el óxido. No había sido fácil, claro. Primero había tenido que encontrar el lugar apropiado, luego construir poco a poco la estructura circular y, finalmente, acumular varias capas de trozos de roca y desechos metálicos sobre ella. Un pequeño derrumbe afortunado (afortunado porque no había destrozado la casa) aportó los escombros más grandes. A día de hoy, el "mini-bunker" como lo llamaba en broma su abuelo, era a toda vista un simple montón de chatarra que nadie se tomaría la molestia de remover. Una serie de respiraderos estratégicamente colocados garantizaban la renovación de aire, mientras que el aislamiento y la cubierta de desechos mantenían una agradable temperatura interna.

Victoria detuvo sus puntadas y meditó acerca de salir afuera.

- Myyyyyaaaaaaaaaa...- se lamentó un pequeño felino negro, golpeando con la patita un cuenco vacío.

- Ya voy, Yami.- sonrió la asesina mientras se levantaba a llenar el comedero de su mascota.

Tenía comida suficiente en la nevera y varias prendas por terminar... definitivamente podía posponer sus salidas unos cuantos días más. Aparte, sus armas necesitaban una buena limpieza.

Tarareando, volvió plácidamente a su tarea.

No habría estado tan serena de saber lo que su abuelo estaba haciendo en aquellos momentos.



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Con un respeto rayano en la reverencia, Eduardo acercó lentamente sus manos a la caja. Tenía un sello fechado el 19 de Abril de hacía diez años. El cumpleaños de Victoria. El año en que Maya murió.

Lo rompió sin dificultad. y quitó la tapa, a sabiendas de lo que vería dentro.

Varias carpetas, ficheros y documentos pulcramente ordenados y clasificados, junto con un viejo cuaderno, quedaron al descubierto. El instructor retirado tomó el primer grupo de folios, preguntándose qué iba a conseguir removiendo el pasado... un pasado que conocía demasiado bien. Pero una fuerza innombrable le impulsaba a leer.

Se puso las gafas que llevaba guardadas en el bolsillo (su vista ya no era lo que había sido) y comenzó.

"12 de Septiembre.

Hoy iniciamos el "Proyecto Hesperia". Debo confesar que estoy muy emocionado, y no sólo como científico. Si nuestros esfuerzos tienen éxito, habremos logrado uno de los mayores sueños de la humanidad. El rigor y el secreto deben ser absolutos, pero no puedo resistirme a plasmar estas impresiones. algún día, el mundo nos agradecerá por esto."

El nombre del firmante estaba borroso y corroído por la humedad, así como el año. Pero Eduardo no necesitaba verlo para saber cuando había sido. 28 años habían pasado desde entonces.

"15 de Febrero.

Hace ya seis meses que hemos terminado los prototipos y el diseño final del medicamento base. Las pruebas con animales han sido excepcionales y SHINRA nos autoriza a probarlo con humanos. El medicamento les será dado de forma encubierta a cierta gente de los suburbios, personas prescindibles que ayudarán con sus vidas a éste magnífico proyecto.

Las cobayas que reaccionen positivamente serán objeto de vigilancia y estudio antes de ser traídas al complejo. No puedo esperar a ver los resultados, pues nuestra quimera comienza a volverse realidad. Hasta el profesor está emocionado, pese a sus intentos por mantenerse impasible."

Los comentarios, cual diario de observación, estaban intercalados con un montón de apuntes técnicos sobre elementos químicos y fórmulas de biología. El redactor, quien quiera que fuese, se había tomado aquel trabajo muy en serio.

" 2 de Marzo.

Seis especímenes han dado resultados favorables a las primeras administraciones del medicamento. Huelga decir el revuelo que ello ha armado aquí en el laboratorio. el profesor está tramitando ya los permisos necesarios para que SHINRA los traiga discretamente al complejo.

No comprendo por qué hay que mantener todo en la más estricta confidencialidad. ¿Acaso la gente no entiende que hacemos esto por su bien? Un pequeño sacrificio ahora puede ser la llave de grandes futuros."

Aquella última frase le dio ganas a Eduardo de estrujar la indefensa hoja en su gran puño. Nada merecía el sacrificio al que habían condenado a su nieta. Nada.

"28 de Marzo

¡Por fin tenemos aquí a los especímenes! Es tan fascinante contemplar de primera mano la evolución de su estado... si supieran el bien que van a lograr, seguro que agradecían haber sido seleccionados para este honor.

El profesor afirma que en breves podremos pasar a la segunda fase del experimento, ya que los medicamentos se han revelado efectivos y quedan pocas dosis que administrar.

Me muero por iniciar las operaciones."

El hombre de ojos castaños jamás podría olvidar aquella fecha fatídica. El día en que Maya, su adorada sobrina de 15 años, había desaparecido sin dejar rastro. Fueron muchos los que colaboraron en la búsqueda, pero jamás apareció ni una pista. Eduardo, que entonces contaba con 35 había sufrido lo indecible por aquel entonces, pensando en la seguridad de la niña. Maya era albina de nacimiento, y una exposición larga al sol podía ponerla en serio peligro, cuando no matarla.

Pasarían tres años antes de que volver a verla, tres largos y dolorosos años en los que su hermana mayor y su cuñado se consumieron de pena y murieron.

"3 de Mayo.

Dos de los especímenes, nº 3 y nº 4, no han podido sobrellevar las operaciones y han fallecido. Nuestra esperanza yace ahora en los supervivientes, que parecen haber aceptado mejor las modificaciones internas de su organismo y la manipulación genética a los que los hemos sometido.

Los especímenes nº2 y nº5 en especial están teniendo un avance mayor que el de los otros. Nuestros esfuerzos no serán en vano.

Las pruebas indican un aumento en la producción de hormonas y agentes rejuvenecedores, así como una renovación celular no vista hasta entonces en ningún otro organismo. No obstante, algunos tejidos parecen no reaccionar al tratamiento. Debemos centrar en ellos nuestros esfuerzos."

Esta vez, Eduardo pasó varias hojas de anotaciones antes de posar su vista sobre un nuevo párrafo. La fecha denotaba un gran tiempo transcurrido desde la anterior inscripción.

"22 de Enero.

Algo está fallando. Los especímenes reaccionan favorablemente a las últimas modificaciones y hemos obtenido tres nuevas cobayas, pero el profesor cada vez está más hosco. Es como si el experimento, contra todo pronóstico, no fuese bien.

El espécimen nº 6 ha permanecido inalterado ante el tratamiento para la autorenovación por parte del organismo de las células del sistema nervioso. Quizás debamos afrontar un fracaso con él, pero nº 2 y nº5 siguen respondiendo de manera satisfactoria."

"3 de Marzo.

He preguntado al profesor la causa de su enojo. No me había dado cuenta de que todos los especímenes exhiben alguna imperfección genética que nos aleja de la perfección. Si no hallamos una solución, todo nuestro trabajo hasta ahora no habrá servido de nada.

Debemos ser cuidadosos, puesto que otro de los especímenes, uno de los tres últimos, ha fallecido también.

Nuestro triunfo parece alejarse, pero las otras cobayas lo hacen parecer cercano..."

"14 de Abril.

Revisando las fichas de los especímenes, he comprobado que en efecto todos sufren alguna tara insalvable. Por extraño que parezca, los medicamentos base no tuvieron efecto en individuos sanos, que hubieran sido preferibles para este experimento.

Lo menos sorprendente ha sido descubrir la procedencia de los sujetos. Todos ellos vienen de los suburbios bajo la placa, cosa natural si tenemos en cuenta que se buscaban personas prescindibles para la sociedad. Unos vagabundos de más o menos no harán la diferencia en las calles, pero en este laboratorio pueden ser la clave de uno de los grandes sueños de la humanidad. Deberían sentirse agradecidos por recibir nuestras atenciones en vez de tratarnos de "monstruos", pero les perdono por su ignorancia.

Los cuatro especímenes supervivientes de la primera hornada siguen reaccionando bien a las últimas manipulaciones genéticas. Los tres varones han visto incrementada su potencia muscular, mientras que la hembra ha desarrollado una gran flexibilidad.

Ruego por la fructificación de nuestras esperanzas."

"10 de Julio.

¡Era tan simple...! No entiendo como no vimos antes la solución.

Hemos bautizado esta ramificación del proyecto con el nombre de "Edén".

Realmente nuestro dos sujetos son como Adán y Eva, pues traerán hasta nosotros a un nuevo ser superior..."

Maya le había contado con gran dificultad como había sido para ella esa "fase" del experimento. Eduardo había presenciado verdaderos horrores en la guerra, pero su sobrina no se quedó corta con sus descripciones.

"22 de Agosto.

Los intentos de inseminar artificialmente a "Eva" han arrojado un resultado negativo.

Según las comprobaciones del profesor, la única manera de lograr la concepción será el proceso natural, así que pondremos a "Adán" en la misma sala. el tiempo que sea necesario. Esperemos que el instinto hormonal haga el resto.

Debemos resignarnos al tiempo."

Aquel factor había sido, según su sobrina, el único rayo de luz en su cautiverio. El hecho de que pusieran a Fire en su misma celda. Al principio no sabían qué hacer, tan retraídos los había vuelto el encierro y las torturas. Pasaron dos semanas, según las anotaciones, antes de que empezaran a hablar entre ellos, y cinco meses hasta que comenzaron una relación cercana. Pero ambos seguían siendo unos niños, retenidos durante un tiempo incontable y sin nociones de la sociedad. Debieron suplir la educación con instinto, lo cual hizo muy lento el proceso, por suerte para ellos y por desgracia para los científicos.

Tras ocho meses, las anotaciones confirmaban alegremente el "inicio de la cópula", transcripción literal. A Eduardo esa expresión le daba ganas de vomitar. Se trataba de dos seres humanos y se referían a ellos como si de cruzar dos perros de concurso fuera el asunto.

"4 de Abril.

Ha pasado un mes desde que los especímenes han comenzado a copular y aún no hay señales de una concepción.

El profesor afirma que debido a todas las operaciones y medicamentos su ritmo reproductivo podría necesitar más tiempo del previsto.

Mis compañeros siguen trabajando con los restantes especímenes, pero yo no puedo. Mi atención está totalmente concentrada en la ramificación "Edén", y es un gran honor que el profesor me haya elegido como encargado.

Sinceramente, soy como un elegido, al igual que el resto del grupo."

Al ex-instructor se le ocurría un término más adecuado para referirse a aquel montón de psicópatas, pero lo dejó pasar y siguió leyendo.

"30 de Agosto.

¡Los análisis muestran probabilidad de fecundación! Necesitamos un par de semanas más para estar seguros, pero todo apunta que "Adán y Eva" tendrán descendencia pronto.

"17 de Septiembre.

"Eva" está definitivamente preñada. Me siento tan emocionado como si fuese yo el padre, y es lógico, ya que en cierta manera lo somos. Ahora que "Adán" ya ha cumplido su función hemos separado de nuevo a los especímenes para que no turbe el embarazo.

Las operaciones para asegurarnos de que el feto no desarrolla el albinismo de su madre ni la debilidad cardiaca de su padre empezarán dentro de dos meses."

La separación de Fire fue devastadora para Maya, que se quedó de nuevo sola en su celda y, además, sometida a nuevos y más crueles experimentos destinados a la mejora y preservación del feto que portaba en sus entrañas. Pero la agonía no iba a durar mucho más.

Los últimos apuntes del científico anónimo se centraban en los experimentos de los cuatro meses siguientes, contando desde Septiembre. finalmente, cesaban sin explicación aparente. Eduardo leyó casi sin interés su última anotación.

"20 de Enero.

Estamos cerca, tan cerca... el nacimiento se espera en Abril.

Nuestros sueños están a punto de volverse realidad, tras tres largos años. El "Proyecto Hesperia" cumplirá por fin una de las más grandes y antiguas ambiciones de la humanidad. Vamos a lograr la juventud eterna".

Con gesto asqueado, el veterano retirado dejó a un lado la carpeta con los apuntes ya leídos y tomó la siguiente. Estaba llena de recortes y fotocopias de hojas de periódicos, todas con artículos sobre el misterioso incendio causado, al parecer, por unos fanáticos rebeldes y anarquistas que habían atacado porte del complejo SHINRA. El fuego había devastado el área por completo, así que no se sabía a qué dedicaba SHINRA la zona. Según declaraciones oficiales, era parte de los laboratorios dedicados a la investigación de fármacos para la salud.

Muy pocos supieron que la verdad no era tan inocente. Fueron los propios SHINRA quienes provocaron el incendio tras el ataque rebelde con el fin de encubrir todo el proyecto. No era cuestión de que saliera a la luz pública que la todopoderosa Corporación había estado experimentando con seres humanos de una manera tan desalmada.

Del viejo cuaderno guardado en la caja se podían extraer más informaciones, pues se trataba del diario de Maya. Ed leyó algunos párrafos al azar.

"Me han traído a esta celda y me han dejado sola sin la más mínima explicación. No sé que hago aquí. Tengo frío y miedo. El tiempo pasa muy lento y no sé ni que día o mes es."

"Siguen sin explicarnos nada. Por lo visto no soy la única a la que han traído aquí. Nos obligan a tomar unas medicinas extrañas y no paran de hacernos análisis. Me pregunto cómo estarán papá y mamá... muertos de preocupación, seguro. ¡Ojalá pudiera estar con ellos!"

"Han empezado a hacernos... cosas horribles. Nos abren y nos manipulan por dentro. ¡¿Por qué nos torturan?! ¡No nos tratan como a personas con sentimientos! Somos como piedras para ellos. Me dan miedo. A veces me despierto y resulta que he dormido días enteros, llena de tubos por todas partes..."

"No sé ni como escribir esto. Me siento tan avergonzada... estos.... "hombres"... me han... dioses. ¡Me han estado introduciendo unas máquinas raras en el cuerpo! Es como... ¡como si me forzasen con una máquina! Dicen que es por el bien de la humanidad, pero yo sólo quiero volver a casa. Oh, dioses misericordiosos, sacadme de aquí..."

"Desde hace unos días tengo un compañero de celda. No me ha dicho nada aún, pero no me da tanto miedo como los otros. Él parece comprenderme, seguramente le han hecho lo mismo que a mí. Tal vez pueda saber su nombre..."

"Fire es ahora mi único consuelo. No sé por qué nos han puesto juntos, pero espero que dure. Entre nosotros podemos hablar sin temores, y apoyarnos mutuamente. Estamos unidos a un nivel muy profundo, tanto que nadie más puede comprenderlo. Es el dolor y las experiencias que nos han hecho pasar y que nadie más ha vivido o (dioses, rezo porque no) viva alguien nunca. Me pregunto como hacen los mayores para demostrar que se quieren. Fire y yo no tenemos ni idea. Llevamos tantos tiempo alejados del mundo.... juraría que años, aunque no tengo manera de medir el tiempo..."

"Fire y yo hemos hecho algo muy extraño... algo que nunca había experimentado antes. Creo que ahora sé que pretendían cuando me metían esas máquinas en el cuerpo, aunque no comprendo el por qué. ¡Fire no usó ninguna máquina! Él dice que es algo llamado "amor"... no, no el amor que le tengo a papá y a mamá. Pero por lo visto también se llama amor. Yo lo diría "juntar los cuerpos", pero se llame como se llame ha sido algo... ¡mágico! Sentía a Fire junto a mí, dentro de mí, y él me sentía a mí... era como si nos juntásemos en uno solo..."

Este párrafo hizo reír a Eduardo. La ingenuidad de Maya al hablar de su primera experiencia sexual demostraba lo aislados que estuvieron ambos jóvenes del mundo. ¡Ni siquiera sabían lo que era el sexo!

Sin embargo, las siguientes páginas no eran tan risueñas.

"Me quiero morir. Se han llevado a Fire y no me dejan verlo. Vuelvo a estar sola, y tengo miedo. ¿Por qué nos hacen esto? ¡Necesito saberlo! Necesito... a Fire..."

El hombre decidió saltarse varios párrafos. Los había leído hace mucho y sabía que estaban llenos de amargura y dolor, descripción de los tormentos a los que la sometían día a día. Finalmente llegó a la parte donde Maya describió cómo había llegado el fin de su Infierno.

"Por fin a salvo. No puedo creer que hayamos salido de allí. Voy a apuntar todo lo que pasó, simplemente para dejar constancia de ello. No creo que pueda olvidar nunca esa parte de mi vida, aunque quiera.

Todo ocurrió hace unos días. Estaba en mi celda, esperando con resignación el momento en el que me llevasen al quirófano. Siguen sin decirme nada, pero intuyo que todo esto tiene que ver con lo que hay en mi tripa. No deja de crecer. Mi niño... nuestro hijo, mío y de Fire...

Pero nadie llegó para llevarme a la operación. empecé a oír gritos, carreras y explosiones. Golpeé la puerta, gritando, suplicando saber qué sucedía. La temperatura aumentaba por momentos y comenzó a colarse humo por el bajo de la puerta. Golpeé con más fuerza, pero no podía hacer nada... el humo llenó mi celda, me costaba respirar... entre toses, caí al suelo...

Y cuando pensé que moriría allí, la puerta se abrió, y una sombra me tomó en brazos. quise debatirme, pero no me quedaba fuerza para nada. entonces, una voz familiar me susurró "Aguanta, pronto saldremos de aquí...". Era Fire. Me sacó de aquél lugar maldito, mi prisión, a un pasilla lleno de puertas blancas. Otras celdas, deduje. Una luz roja parpadeaba por todo el lugar acompañada de un sonido ensordecedor, interrumpido de tanto en cuando por ruido de explosiones.

Mi mente seguía inundada en parte por los humos, así que no recuerdo mucho del lugar. sé que salimos del pasillo a lo que parecía un gran laboratorio con salas anexas similares a quirófanos... quirófanos como aquellos donde nos habían torturado. Pero no estaban limpios y en paz, no: grandes montones de escombros, algunas partes en llamas, cristales rotos por el suelo y estanterías volcadas eran muestra de lo violento del ataque. Vi algunos cuerpos con bata blanca tirados por el suelo, pero no me paré a lamentarlo. Se lo merecían.

Un hombre se aproximó a Fire. Vestía de negro, llevaba un rifle y, cuando se quitó el embozo, vi su gran parecido con mi amor.

"Tenemos que salir de aquí, hermano!" gritó.

"Primero quiero hacerme con esos documentos que mencionaste. Tengo... tenemos derecho a saber por qué nos hicieron esto" replicó.

Su hermano asintió y nos llevó a un despacho junto a la sala. Fire me dejó con cuidado en el suelo y luego, él y su hermano llenaron una caja con todo lo que encontraron. Después de eso sólo recuerdo una huída apresurada en los brazos de Fire.

Nos sacaron del edificio y nos metieron en una furgoneta traqueteante. Cuando por fin salimos de allí, ya estábamos en los suburbios.

El hermano de Fire nos llevó a su casa. Se llamaba Ember, y había formado parte del grupo anarquista que atacó los laboratorios para poder rescatar a su hermano. Se lo agradecimos infinito, pero quedarnos allí le pondría en peligro.

Claro que... tampoco teníamos adonde ir. Mis padres... ayer me enteré de que murieron hace un año. Por suerte, mi tío Edu aún vive. Le pediremos que nos ayude. Él trabajó en el ejército, no creo que lo investiguen. De todos modos, parece que SHINRA quiere tapar el asunto negando su existencia. Ojalá sea así."

Por suerte para ellos, fue así. Por desgracia para Ember, SHINRA quiso taparlo de más. Nunca se pudo probar que ellos lo mataran, pero Maya y Fire lo sabían.

No había mucho más escrito en el cuaderno. La última página hablaba de la felicidad por el nacimiento, en Abril, de Victoria, y del negocio que estaban instalando con ayuda de Eduardo.

Y es que, aunque todos creyeran que Eduardo era el dueño original del "Club Saucer", no era del todo cierto. En realidad lo montó para Fire y Maya, para que tuvieran un modo de vida. Fueron muy felices durante esos días, y Ed aún más. Era como tener una familia, con su hija, su yerno y su nietecita adorable.

Tristemente, cuando Victoria cumplió tres años, la debilidad cardiaca de Fire se lo llevó a la tumba. Y aquello selló el odio de Maya Renlen hacia SHINRA. El odio que la consumió y que arrastró consigo el de Victoria, agrandándolo y azuzándolo. Recordaba con penosa claridad el día que Maya le pidió que comenzase a entrenar a Victoria igual que entrenaba a los soldados. ¡Y la niña aún no había cumplido los diez años! Eduardo se había jubilado hacía poco del ejército, en parte porque con cincuenta años ya empezaba a faltarle un poquitín de vigor, y en parte por ayudar a Maya con el pub.

Evidentemente se negó. Pero entre ambas lo atraparon. El día del cumpleaños de Vic, él le prometió cumplirle un deseo, el que quisiera. Ella le hizo jurar ¿"El que yo quiera?" "El que tú quieras" y acto seguido le pidió que la entrenase. La sonrisa satisfecha de Maya no dejaba lugar a dudas sobre quién había tenido la idea.

Eduardo no tuvo más remedio que cumplir. Sospechaba de las intenciones de su "hija adoptiva", realmente su sobrina, pero hasta que ella no les mostró los documentos no entendió el alcance del drama. el mismo drama que crecía ante ellos en la figura de una niña de pelo tricolor.

Cuando se puso de manifiesto que victoria no crecía más, que se quedaba en los doce años, Maya terminó de entrar en la locura. Aquello fue para ella como una burla del destino... ¡los bastardos habían logrado su deseo! ¡Era injusto! Se obsesionó con la venganza y alimentó la de su hija, furiosa y dolida por ver que se le negaba una vida normal. Ambas juraron destruir a los responsables de su desgracia... a SHINRA.

Maya Renlen no viviría para ver sus deseos satisfechos. Los terribles experimentos a los que fue sometida se cobraron su precio en su frágil salud, postrándola en la cama un año entero antes de fallecer. Victoria aún no tenía 17 años, pero cuando enterraron el ataúd de su madre, fue como si con ella enterrasen también las lágrimas de la niña. Eduardo no volvió a verla llorar jamás después de aquél día. vivía por y para su entrenamiento, para ella el camino hacia su venganza. Se volvió una experta con las armas blancas y muy diestra en el kung-fu.

Comenzó su "trabajo" a los 22 años. Habían pasado tres años desde entonces, pero debido a su método (limpieza absoluta, entrar por sitios excepcionalmente estrechos donde no cabría un adulto, cambiar el arma en cada asesinato y no dejar huellas ni cabellos ni marcas reconocibles) hizo que los investigadores tardaran en darse cuenta de que eran obra de la misma persona, o grupo de personas. Jamás pudieron adjudicarle figura, género o tamaño, así que la apodaron "No Existence". El rumor se filtró entre los círculos de asesinos y en los bajos fondos, lo que dio como resultado una fama que Vic no buscaba.

Porque todo lo que aquella chica quería era cumplir la promesa que le hizo a su madre en su lecho de muerte.

"- Victoria... mi niña... no me queda... mucho tiempo. - suspiró una pálida Maya. - Deseo que sepas... que te amamos profundamente... tanto tu padre... como yo... fuiste una niña muy querida... - Tosió desgarradoramente. - Vic... vénganos... a los tres... a ti, a mí... a Fire... hazles pagar...-

- Madre... - Victoria también estaba pálida, y anegada en llanto. Vulnerable, como la niña que era. - Te lo juro... madre... los destruiré... te quiero... -

- Te quiero... mi niña...- miró con sus cansados ojos a Eduardo, su tío y casi padre. - Tío... cuida de ella... ayúdala... adiós, mi niña... adiós...-"

Desde entonces, el carácter de victoria había empeorado. Se volvió fría y cruel. Sólo con Eduardo se mostraba cariñosa y tranquila.

"Pero yo no quería eso..." suspiró el ex-instructor mientras volvía a cerrar la caja y la dejaba en un estante. "La venganza, especialmente cuando es imposible, no conduce a nada. Quién te hará entender, pequeña mía, que debes vivir sin obsesiones... Maya, ojalá no la hubieses alentado."

Con desgana, regresó a la limpieza del ático.

Abandonada en una repisa, la caja de Pandora, pendiente como una espada de Damocles.

Pues quien leyera lo que ese recipiente guardaba, estaría en posesión de los secretos, y la vida, de "No Existence".

Definitivamente el "Club saucer" hoy no abría sus puertas. Tocaba limpieza.

8 comentarios:

Ukio sensei dijo...

10 páginas, aunque creo que deberían ser menos si cuidases algo más los márgenes. No siempre hacen falta tantos puntos y seguidos. Y por cierto, no se si es por escribir con prisas o no, pero tienes la ortografía de un alumno de la LOGSE (Uno destacado, eso si).
El defecto más común era poner acentos a monosílabos y a palabras con hiato con dos vocales cerradas. También te saltaste muchas mayúsculas. Te recomiendo que te bajes el Open Office, gratis y con corrector de ortografía.

Ahora, ya atendiendo al relato, me gusta. Das algo de profundidad a Eduardo, y a la vez profundizas en el pasado de Victoria. Creo que el hecho de que Maya a sus 15 años no conozca el sexo... Para eso ponle 13, que ya es edad fértil. Me parece raro eso de que Victoria tenga un bunker, pero es factible. Aunque me queje, creo que ha estado bien. Das profundidad al personaje. Si no me ha impresionado tanto, quizás sea porque ya me sabía la historia.
Por cierto, que fue del tío de Victoria, el hermano de Fire? Es un personaje útil.

Paul Allen dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Paul Allen dijo...

Por supuesto, aparece un gato.
Formalmente, no me gustan los párrafos cortos y separadísimos unos de otros.

En lo que respecta a la historia, me parece bien sacar directamewnte la historia de Vic por documentos archivados, pero la forma de crear esos textos me parece demasiado ingenua cuando aparece el diario de Maya, la madre, que entre tortura y vejación parece que tiene los ánimos de escribir eufemismos desde un punto de vista raramente optimista.
No termina por convercerme, pero no está mal.

Lara LI dijo...

XD eran las cuatro de la mañana y tenía prisa, no tenía yo las neuronas como para revisar errores ortográficos.

El hecho de que Maya sea tan ingenua era algo análogo a su carácter. Se trataba de una niña albina... hija única... estaba muy sobreprotegida por su familia. eso es algo que se refleja también en su diario. No quise ponerla muy joven porque si no sería una bestiada preñarla a los 15 (pasó tres años recluída por SHINRA, así que tendría que haber sido secuestrada a los 12 para cuadrar... si creéis que es factible, lo modifico).

Victoria no tiene un búnker, ese es el apodo que le dio Eduardo a su casa. En realidad no es más que una simple vivienda pequeña tapada con escombros. Sabréis más de la casa de vic en otra ocasión.

Ember, que se sepa, fue asesinado por SHINRA. Claro que quizás el día menos pensado resulta que no estaba tan muerto...

Lo de los párrafos cortos es porque a mi miope vista le duele en la retina tener que leer párrafos largos como ladrillos, porque acabo perdiendo el hilo y leyendo dos líneas más abajo.

De todos modos, le daré un repaso (no he tenido tiempo de nada, ya que lo terminé ayer).

Ukio sensei dijo...

Prestiputas, colacao. Digooo...

Dos cosas. Respecto a los párrafos, con miopía o sin ella, son los que forman el ritmo del relato. Cuando acabes, léelo en voz alta para ver como queda y así montar eso.

Y respecto al repaso, haz un favor y usa el texto posteado en lugar del que ya tienes, ya que en este, en cuanto lo abrí, me empezaron a aparecer palabritas subrayadas en rojo y ya estuve un rato corrigiéndotelo. Así que haz el favor y aprovecha.

Lectora de cómics dijo...

we por fin lo leo (siempre leo, pasa que siempre tardo XD) Me ha gustado, sí señor, por fin sabemos de donde viene Vicky y el por qué de su apariencia y sus motivaciones.
Me hace gracia que Paris y Vic asesinen para cumplir una promesa y que sin embargo esa promesa es totalmente opuesta en cada uno xD
Creo que debería revelar algo de la vida del nene, que lo estoy alargando mucho.

Estoo... xD me ha gustaod :3 hay algunas pifias ortográficas aquí y allá y tampoco me llego a creer la ingenuidad de Maya con respecto al sexo XD pero me parece acertado hablar del sucesos mediante archivos, es muy como en el juego :3 ha sido un buen detalle.

Astaroth dijo...

Yo siempre había pensado que "No existence" era el nombre que se le daba al conjunto Kurtz-Barans.

Me parece que voy a tener que ir destapando algo de mi querido amigo Frank, no vaya a ser que al final acabe muriendo de viejo.

Muy buen relato, lo único destacable en cuanto a pegas es alguna falta grave, pero el resto está genial.

Lectora de cómics dijo...

jajajajaja anda que tú XDDDDDD Kurtz y Paris no tienen nombre de equipo y no figuran en prensa como asesino/banda de asesinos XD

Cuanto asesino suelto ·__·UU (pero el mío vino antes juasjuasjuas)