viernes, 15 de agosto de 2008

131.

Unos maullidos junto a su estómago y algo cálido y húmedo rozando su mejilla la sacaron de su profundo sueño. Yami, acurrucada y pegadita a su vientre, protestaba por falta de comida en su plato, y Hiro lameteaba su cara con su lengua rosada en una babosa demostración de cariño perruno.


Desperezándose con lentitud y unos cuantos gruñidos, la niña se levantó de su cama.


- Ya voy, ya voy...- musitaba como incesante cantinela, mientras se acercaba a la alacena disimulada contra la pared y cogía de ella un saco de pienso para servir a sus mascotas. La gata se puso a tragar de inmedianto entre ronroneos de placer, pero Hiro prefirió acomodarse junto a Lobo en la inmensa manta extendida por el suelo del rincón destinado a ellos. Allí dormían hechos una piña los tres, siempre y cuando alguno no decidiera colarse en la cama de su pequeña cuidadora en busca de mimos.


A Victoria no le importaba. En lo que ella le concernía, probablemente esas ocasiones serían las que más cerca iba a estar de compartir cama con alguien. Con gesto pesado, recogió el libro que había estado leyendo antes de quedarse roque y lo colocó en la abarrotada estantería.


"Me empiezo a quedar sin espacio..." pensó. "Tendré que hacer reformas..."


El argumento del libro aún le daba vueltas por la cabeza mientras se preparaba su somero desayuno. Estaba escrito por un nativo de Wutai y narraba episodios de la guerra que los altos mandos de Midgar solían "olvidar". Relatos estremecedores por lo real de su argumento, con nombres, fechas y lugares auténticos.


"Son las cosas como ésas las que me hacen recordar el por qué lo que hago es justo y bueno..." meditó sorbiendo un poco de café. "La gente de aquí da asco. Los líderes de aquí dan asco. Lo que hicieron da asco."


Si se lo paraba a pensar, el café solo también daba asco. Había olvidado la leche.



************


Media hora más tarde, su enjunta figura paseaba por Mercado Muro con su mochila marrón a cuestas. Su suelto y alborotado cabello tricolor llamaba la atención allá donde pasaba y recibía miradas de envidia de muchos niños rebeldes con ganas de demostrar su antisistemismo ante sus padres.


La rutina de Vic había cambiado desde la aparición del cometa en el cielo. Ahora no se limitaba a vegetar en su casa mientras preparaba planes de muerte sigilosa, ayudar a su abuelo con el bar y revisar el arsenal. No, ahora también paseaba, iba más a menudo a las tiendas del lugar y charlaba con la gente. Distaba mucho aún de tener amigos en el sentido más común de la palabra, pero al menos no era una sociópata. O eso se decía a sí misma.


- ¡Vic, deja de mirar las musarañas! ¡Necesitos que me ayudes a colocar los vasos!- bramó Eduardo, que limpiaba una mesa del local con una bayeta amarillenta. La joven dejó su actitud ausente de lado para agacharse, coger con pereza los diferentes recipientes de cristal y ordenarlos bajo la barra.


- Vaso de tubo, vaso grueso, copa de pie, copa redonda...- fue murmurando para sí mientras contaba mentalmente la cantidad. Estaba tan ensimismada que no fue consciente de que la observaban hasta que se levantó.


Inmediatamente todos sus sentidos se pusieron en alerta, sus cabellos se erizaron y sus manos comenzaron a tensarse. El chico tenía unos brillantes ojos verdes que la miraban con descaro de arriba abajo, cabello azabache y en aquellos momentos encendía un cigarrillo con un zippo plateado. Su aire era presuntuoso, propio de alguien altamente seguro de sí mismo y de su ego.

Vestía un ceñido pantalón negro de cuero, una camisa blanca con los dos primeros botones sin abrochar y una imponentes botas con remaches en acero, de marca New Stone.


La envidia corroía a la pequeña adulta, quien por cuestiones de talla (y muchas veces tambíen de dinero) tenía vedadas cosas así. Debía conformarse con su habitual atuendo: pantalones cortos negros, camiseta blanca sin mangas, brazales coral y botas negras de caña alta.


Estaba claro que aquel guaperas con pinta chulesca no era de debajo de la placa ni por casualidad. Nadie de allí podría permitirse esa ropa, ni ese mechero exclusivo.


El chico siguió mirándola a placer, sin apartar por un segundo la vista ni siquiera para dejar caer lánguidamente la ceniza de su cigarro en el recipiente puesto a tal fin sobre la mesa. Y eso la molestaba mucho.


- Abuelo, tengo que irme ya.- masculló, colgando el trapo con el que secaba los vasos. El hombre, maduro pero aún musculado, la miró con los brazos en jarras. Llevaba unos simples vaqueros y una camiseta negra de un viejo grupo de heavy.


- Es temprano y prometiste ayudarme a limpiar.- advirtió con una sonrisa astuta.


- Por faaaaaaaaaaa, te lo compensaré otro día...- repuso ella, zalamera y poniendo ojitos.


- Te tomo la palabra, pequeña delincuente. Mañana y pasado, cena juntos. ¡Sin rechistar!-


- ¡Sí, señor!-


Saludo militar y abrazo posterior, Vic agarró su mochila del estante y salió. Sabía que Ed le había permitido escaquearse porque debido a su reciente cambio de actitud, a veces iba a jugar con niños del parque (sí, aun a pesar de su edad). Descubrir eso había sido como un reconstituyende para el viejo, que se había quitado diez años de encima de golpe. Su garito parecía más que nunca un pub heavy donde el dueño y barman se camuflaba perfectamente entre los grupos de entre veintitantos y treintaytantos que frecuentaban el local.


Probablemente si el ex-instructor militar supiera la verdadera causa de la marcha, hubiera dejado de sonreír en el acto.


"Tal y como pensaba, el muy bastardo me ha seguido..." lo contempló por el rabillo del ojo en el reflejo de un deslucido escaparate. Mercado Muro, a aquellas horas, tenía un caudal nada desdeñable de gente, pero aún no había comenzado el mogollón nocturno. Era el momento ideal para cosas del tipo que ambos pensaban. "El chaval está pecando de curioso. No me gustan los curiosos. Veamos a ver cuanto sabe antes de decidir si le hago un favor cortándole la garganta..." pensó.


Se paró ante una juguetería y esperó a que el chico se pusiera a su lado.


- ¿Te gustan los peluches?- su voz no hubiera desmerecido como barítono, era grave aunque juvenil. Sonreía con encanto. La asesina le calculó unos veintipocos años.


- ¡Sí, sí, sí, me encantan!- rió con tonito agudo e infantil, los ojos iluminados de inocencia.


- ¡Jajaja! ¿Te gustaría ese moguri blanco de ahí?-


- ¿Me lo conseguirías?- carita de niña, carita de niña...


- ¡Claro! Pero...- la sonrisa se volvió maliciosa, los ojos especuladores.- No me parece propio de una "SK" tan eficiente juguetear con peluches. ¿Tan infantil es Naomi Embell?-


Cara de niña a la mierda. La boca se desdibujó en un rictus de frialdad, los ojos se entrecharon convirtiéndose en dos rendijas felinas, el rostro cambió. La adulta Victoria miraba al insolente.


- Bueno, a veces le gusta ir a jugar al parque, así que debe de serlo. ¿Sabías que también le encanta contar los trenes de dos en dos?-


No servía de nada disimular por más tiempo, ni fingir incredulidad inocente. El tipo sabía quien era ella, había captado su sutil código a la perfección. Y él el de ella.


El chico sonrió, satisfecho, y le tendió una mano que ella no aceptó.


- Me llamo Alex. Y estoy sinceramente encantado...- la entonación que dio a esa palabra no acabó de tranquilizar los tensos nervios de la chica.- de conocerte, Victoria. Espero que seamos muy buenos y cercanos amigos...-


El brillo de diversión y algo más en las pupilas del ojiverde mosquearon a la tricolor.


- Yo no contaría con ello. No me gustan los sabihondos.-


- Sí, la verdad es que son una especie en extición... pero seguro que acabaré por convencerte de que yo merezco sobrevivir a mi especie.-


- Eso lo veremos con el tiempo.-


Dándole la espalda, se marchó.


Alex siguió mirando su pequeña figura hasta que desapareció entre la multitud. Rió con alegría.


- ¡Es todo un carácter!- sacó un nuevo cigarrillo con el que deleitarse los pulmones.- Esta chica cada vez me gusta más... ahora, veamos si logro mi misión...-



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¡MALDITO, MIL VECES MALDITO!


Poca gente conseguía romperle los nervios a Vic, pero aquel escuerzo había estado a punto de hacerle perder la compostura en público.


"SK". Naomi Embell. Serial Killer No Existence.


En otras palabras, "Sé quien eres".


Contar trenes de dos en dos.


Su reto, "A las dos en el cementerio de trenes, los dos solos".


Por su actitud, el chico parecía haber aceptado, pero no entendía a qué vino eso de ser amigos.


Ella bien se lo dijo, "Sabes demasiado para mi gusto".


Audaz su contestación, "Sé que matas a aquellos que saben sobre tí, pero yo lograré que no me mates."


"Eso lo veremos esta noche".


Qué cantidad de mensajes subliminales se podían soltar en una conversación de besugos... Vic sacó sus armas preferidas para ponerlas a punto y revisó su traje de combate. Era todo en negro, de hechura similar al de los ninjas de las series animadas. Le gustaba porque se ceñía al cuepro dándole libertad de movimiento y la ocultada en la oscuridad.


Pronto puso rumbo a su cita con el futuro cadáver.


Pero lo que Vic no sabíe es que había una parte del código que no terminó de descifrar en toda su complejidad...



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Un viento gélido barría el lugar, silencioso y decadente. Los trenes amontonados, rotos y medio carcomidos por el óxidos no eran un lugar recomendable a las dos de la noche si se quería volver a ver amanecer. Era un lugar muy conocido para duelos de todo tipo... especialmente duelos que acababan con derramamiento de sangre y un muerto en las esquelas del periódico mañanero.


La zona preferente para aquellos asuntos solía ser una descampado circular entre los trenes, amplio y con algunos escombros por el suelo. El chico ya la estaba esprando allí, con la espalda apoyada en uno de los oxidados vagones y los brazos cruzados en actitud de suficiencia.


- Eres puntual.- murmuró Victoria tras la tela que le tapaba la boca. Ahora mismo, lo único visible de su cuerpo era la zona de los ojos. El resto estaba cubierto por el traje negro.


- Tú también. Pero yo me he adelantado por si acaso...- sonrió con arrogancia.- No es de caballeros hacer esperar a una señorita.-


La joven no contestó. Se limitó a desenfundar sus dagas. Colmillo Nocturno brillaba en su mano diestra, con bordes aserrados y hoja asimétrica. Redención (un kukri) ocupaba la siniestra, con su impecable y liso filo reluciente cual estrella, y dos diminutas dagas gemelas ocultas en su funda. Tradicionalmente servían para afilar la daga, pero vic había acabado por encontrarles mejores usos.


Alex extrajo un Cuchillo Militar LEC de su chaleco. Él también había elegido ropa negra y ceñida para el combate, con un pantalon largo y el chaleco cubriendo su torso, dejando ver sus brazos con tatuajes tribales, aunque sin renunciar a sus pesadas botas. La joven asesina tomó nota de este detalle, que la favorecía al quitarle rapidez y agilidad a su adversario. Pero más le valía que no la alcanzase una patada o le partiría todas las costillas.


- ¿Vamos a armas blancas, entonces?- rió el chico.


- Siempre podemos cambiar luego a los tiros, si te aburres.- siseó friamente en respuesta.


Se ojearon durante unos segundos, ambos en pose de combate, calibrando al enemigo. De repente, con un rápido movimiento, Victoria abandonó su posición, haciendo veloces fintas, y lanzó un corte directo al vientre. Alex lo detuvo en el último momento con su propio cuchillo y ella aprovechó la coyuntura para obsequiarle con un fino corte en el antebrazo propinado por su otra daga. De un salto hacia atrás, se aparto.


- Eres buena...-


- No lo sabes bien...-


Todo se volvió un confuso remolino de velocidad a partir de esas declaraciones. Brincando, saltando, rodando por el suelo, la joven puso en jaque a su rival a base de amagos, cortes e intentos de apuñalamiento que siempre eran detenidos por el LEC de Alex. Lo cual no significa que éste no se llevara su ración de cortes, y para cuando la niña pausó su agresivo ataque, tenía la ropa desgarrada en varios puntos y los brazos con tatuajes nuevos.


Entonces, con sorprendente destreza para el peso que llevaba en los pies, el chico se movió. dos pasos adelante, finta a la derecha para esquivarla, amago hacia atrás y... ZAS!!! El corte fue limpio y un tajo se abrió en el traje de la pequeña, cruzando diagonalmente su pecho. No la había herido, pero por acto reflejo ella se llevó el brazo izquierdo al torso, cubriéndose. Con rabia, enfundó a Redención y extrajo las pequeñas dagas cogiéndolas entre las falanges proximales. Alex tuvo que retroceder varios pasos para no ser víctima de los afilados intentos de matarlas, ya fuese a dagazos o a puñetazos con la izquierda, armada con los minifilos.


Ataque, ataque, esquiva, bloqueo, contrataque, doble parada, retroceso, ataque, contrataque... la sucesión de golpes era rápida y precisa. Un observador externo casi hubiera calificado aquello de una danza, más que de un duelo. Un baile letal para uno de los dos contendientes, cuya música era el entrechocar del acero. Poco a poco se fue haciendo evidente que por ese método nunca temrinarían. Con armas blancas, Victoria era superior, pero debido a su complexión en cansancio hacía mella en ella, y Álex, aunque más competente con armas de fuego, era bueno parando y esquivando y se cansaba menos.


Jadeando, ambos dieron un salto para retroceder y se quedaron mirando a una distancia de cinco pasos.


Álex arrojó su cuchillo al suelo.


- A tiros.- proclamó, serio.


- A tiros...- aceptó ella, guardando sus dagas en las respectivas fundas y dejando éstas en el suelo también.


El peligro era latente, la tensión palpable. El chico sacó una de sus dos Aegis Cort. La joven extrajo su prácticamente única arma de fuego de uso habitual, una Giordano bautizada como Crucifixion.


- Aaaaaaaay... no quería tener que recurrir a esto...- dramatizó Alex.- ¿Con lo que yo te quiero, por qué me haces sufrir?-


- Cállate, niño. Tú no sabes lo que es el sufrimiento.- escupió Victoria. Mira que decir que la quería, sin conocerla de nada y en medio de un duelo a muerte... si alguna vez llegaba a ver su lápida, le escribiría en ella un epitafio personalizado: "Pelmazo inconsciente y descerebrado".


- Tienes razón.-


La sonrisa se borró de repente del rostro masculino y fue sustituida por una expresión calculadora y fría. En ese momento, Vic se dio cuenta de que se enfrentaba a un profesional, y no a un simple chuleras. Eso la alteró. No entraba en sus planes medirse con un tirador entrenado, ya que a ella no le iban las pistolas. Prefería los filos y los aseinatos bien preparados. Por primera vez en mucho tiempo, "No Existence" se iba a enfrentar a un reto que la superaba.


Ambos duelistas cruzaron miradas durante un segundo antes de salir corriendo hacia los escombros y parapetarse. Alex, más alto que ella, lanzó una ráfaga de seis disparos que la obligaron a rodar lateralmente por el suelo antes de cubrirse tras un saliente oxidado. Desde allí ojeó el lugar ubicando la posición del otro y disparó dos veces. Una de las balas se incrustó en la pared, pocos centímetros por encima de la cabeza del joven. La segunda estuvo en un tris de perforarle el brazo, si no fuese porque se encogió tras su parapeto después del primer disparo.


Con agilidad, Alex saltó sobre una montaña de desechos y apuntó a Vic desde arriba. La pequeña tuvo que iniciar un rápido sprint en zigzag por entre los vagones para evitar sus balas. De duelo, aquello pasó a una carrera de obstáculos, con los dos contendientes dando saltos y corriendo sobre los desvencijados trenes. De vez en cuando, el sonido de un disparo correspondiente a una bala errada cruzaba en aire. Sintiendo el corazón a mil por hora y los pulmones a punto de estallar por el esfuerzo, Victoria no dejaba de darle vueltas a la situación. El tipo había demostrado ser un profesional del gatillo, y también del moverse en situaciones de riesgo. Con pistolas, la superaba, y era soprendentemente veloz teniendo en cuenta sus botas de medio kilo o más de peso cada una. Podría haberla cogido ya. Podría haberla liquidado hacía rato. Entonces, ¿por qué no lo hacía? ¿Acaso le apetecía jugar con ella al ratón y al gato?


Oyó un roce tras su espalda y se volvió con la giordano apuntando. Error fatal. Una sombra se cernió a su espalda.


- Has perdido.-


¡BANG!


La bala que se alojó entre sus omóplatos le daría la respuesta.


"Hijo de... putaaaaaaaa..." fue su último pensamiento antes de sumirse en la negrura.



************************************************************************************



Cuando volvió a abrir los ojos no pudo creer que estaba viva. Pero el precioso dolor muscular que su cuerpo le regalabla proclamando a gritos una espectaculares agujetas para mañana se lo confirmaban. Aún tenía el mal vicio de respirar. Y a todas estas... ¿donde estaba?


- ¿Ya despertaste?-


Mierda.


- ¡BÁJAME AHORA MISMO!-


¡En su puto regazo! ¡El muy cabrón la había tomado en brazos! Alex esbozó una sonrisa sarrdónica.


- No quiero. Yo gané. Así que tengo derecho a un premio.-


- ¡¿Premio..?! ¡Vete al Infierno! ¡Eres un pervertido!- trató de retorcerse, pero sentía el cuerpo extrañamente aletargado.- No has usado munición letal, ¿verdad? Utilizaste anestesiantes.-


- ¡Correcto!- el chico rió contento como un niño.- La única manera de ganarte y poder hablar contigo luego. Los efectos terminarán de pasársete dentro de un rato.-


Victoria suspiró y se resignó a aquella humillante posición de damisela en apuros.


- Y por cierto, no soy un pervertido...- continuó diciendo como si nada.- Unos las prefieren rubias, otros gordas... a mi me gustan aniñadas. Es una filia como cualquier otra.-


Se podría jurar que había una hoguera en el pelo tricolor de la asesina, del humo que echaba. ¡Pero sería cerdo el muy...!


- Y además yo sé que no eres una niña.- sonrisa Profident.- Eso es lo que más me gusta de tí. Cuerpo de niña y mente de mujer. Eres como mi ideal, pero con más carácter.-


- ¿Y tú que cojones sabes de mí? ¿Quién eres tú, pervertido?-


- ¡Heyq, que tengo nombre! Me llamo Alexander Rui de Castro e andrade, y antes de que empieces a mirarme feo, yo no escogí nacer en familia pija. Tengo 22 años, naci el 12 de Octubre, soy Libra y mi tipo de sangre es el AB. Poseo un bonito ático sobre la placa y una estupenda moto de la que no te voy a decir la marca para que no te desmayes. Me gusta el tiro al blanco, los videojuegos y coleccionar mecheros. Y soy tu fiel, devoto y rendido admirador.- finalizó.


La cara de Victoria se traduciría por un: "Que alguien lo vuelva a encerrar en el loquero, por caridad". Alexander actuó como si no la viera y extrajo una libretita de su roto chaleco.


- Hace unos pocos años, descubrí entre viejos archivos de Shinra unos documentos medio roídos acerca de un viejo experimento cancelado llamado "Proyecto Edén". Por lo poco que pude leer, entendí que se trataba de unas pruebas destinadas a lograr la eterna juventud, o alguna chorrada similar. Mencionaba también que se logró gestar a un sujeto óptimo que hubiera sido el cúlmen del asunto. Pero no decía nada más.- fue pasando páginas.- Comencé entonces a buscar noticias y carpetas de archivos relacionados con las fechas en las que el experimento estaba en su última fase, y hallé varias referencias a un incendio ocurrido en las instalaciones del proyecto a causa de un ataque terrorista que SHINRA oculto bajo secreto de sumario. El rastro estaba ya frío después de tantos años. Decidí mirar entonces noticias de desapariciones en los años de inicio, elaboré una lista de nombres y cotejé los datos con los restos de documentos. Dos nombres en concreto eran mencionados con mayor frecuencia que los otros: Maya y Fire... para no aburrirte, terminé por descubrir que ellos eran los "Adán" y "Eva" del proyecto Edén, e inicié su busca por su lugar de origen, los suburbios. Para entonces, tú ya habías comenzado a matar, pero aún no se te conocía. Encontré la tumba de ambos en el cementerio, y por sus epitafios entreví que habían tenido un descendiente... demasiado clásico eso del "Devota esposa y madre", si me pides la opinión. ¿Pero donde estaba ese retoño? Muerto no. Hice pesquisas por Mercado Muro y me enteré de que, antes de fallecer, Maya había vivido con Eduardo Seeker, propietario del "Club Saucer". El mismo que tenía una adorable nieta... pensé que era imposible. ¿Una niña? La chica debía tener unos veinticinco años, no podía ser... a menos...- la miró de manera penetrante, con aquellos brillantes ojos verdes que parecieron exhalar rayos X. Vic se sintió como se le hubiera visto hasta el alma.- A menos que el Proyecto Edén hubiera tenido éxito. Eterna juventud.-


- Una maldición para quien la padece.- escupió Vic.- Y causa de muerte de muchos inocentes usados como sujetos de pruebas. Todo orquestado por SHINRA... ¡por tus malditos jefes!-


- Ohhhhhhhh, eres muy lista...- el chico fingió asombrarse.- ¿Cómo lo has descubierto?-


- Usas el arma más típica de los esbirros de SHINRA. Eres un profesional del combate y las armas, te he visto moverte. Y sólo alguien de SHINRA con pase especial podría haber tenido acceso a los documentos de la historia que cuentas.- ella lo miró con indescriptible odio y desprecio.- Eres mi enemigo jurado. SHINRA es una corporación de huevos pdoridos.-


- Completamente de acuerdo, pero su sueldo me ayuda a pagar mis facturas.- la broma no arrancó una sonrisa a la adusta asesina.- Soy un agente de los servicios "extraoficiales", en teoría no estoy fichado como trabajador de SHINRA CORP. y voy por libre. Pero no estoy aquí por trabajo, si no por gusto. No vengo a liquidar a "No Existence"... muy al contrario, quería conocerte. Cuando dije que era tu devoto y rendido admirador, no te mentí. Cuando te dije que merecía sobrevivir a mi especie, tampoco.-


Vic notó que ya podía mover su cuerpo y bajó con delicadeza de los brazos del chico. Éste aumentó el agarre un momento, como si no quisiese soltarla, y luego la depositó en el suelo, mirándola largamente. Suspiró.


- Sé que para tí soy un SHINRA, uno de los bastardos a los que matas por odio y venganza, y que estaría mejor a seis metros bajo tierra con un losa de mármol encima. Pero quiero demostrarte que estoy contigo, que creo en lo que haces y que lo apoyo. He sido testigo de la corrupción de SHINRA CORP. Quiero que dejes de verme como un SHINRA, y que me dejes vivir y ser... tu amigo, de momento.-


La niña lo miró con los ojos entrecerrados y las manos en las caderas.


- Supongamos que confío en tí. ¿Tú como supiste que yo era quien era?-


- Ahhhhhhhh, eso mejor te lo cuento en nuestra cita.-


- ¿Cita?-


- Claaaaaaaaaaaaro, he ganado el duelo y por tanto puedo pedir un premio. ¿Cena en el Uudon Shiro dentro de tres días? Co invito, claro, y te paso a recoger. Es sobre la placa, te gustará.-


Victoria sintió la tierra hundirse bajo sus pies. ¿Una cita? ¿Con el pervertido?


"¡¿Espers, por qué yooooooooooooooooooooooo...?!"

9 comentarios:

Astaroth dijo...

¡Muy bueno!

Puntualizando un poco, Turk ya se encarga de aquellos servicios "extraoficiales" de ShinRa, pero eso es algo que se puede pasar por alto.

Lo más grave sin duda es la ortografía, que en ciertos puntos llega a ser descuidada. Por todo lo demás, very good.

Ukio sensei dijo...

Crom me valga... Te voy a despellejar, y vete preparando, porque lo haré lenta y concienzudamente.

1) Si tanto insistes en que Vic no es una "superniña" estilo Son Goku, como es que tu misma la llamas "Niña" en las partes narradas? Coherencia.

2) Que no es una sociópata? Ya, claro... Y en Marbella los políticos son honrados.

3) Tremendo poser el Alex. Me recuerda a Mello el de Death Note, y el hecho de que lo considere uno de los personajes menos malos, no significa que me guste.

4) Conversación de Besugos? Hell yeah!!

5) Como los ninjas de los dibujos animados? Que dibujos animados? Los de Mortal Kombat? Los Power Rangers? Es decir... Sea como sea, no hay opción "buena". Que pasa? Eduardo no sabía hacerle o describirle un traje de operaciones de infiltración o algo así? O es que en sus tiempos iban vestidos de Ninja?

6) Colmillo nocturno y redención? ni "lol" ni "rotflmao" ni "JUAJUAJUAJUAJUA" ni nada por el estilo llegan para expresar lo que siento ahora mismo

7) Por que pones márgenes de varias líneas entre las respuestas de una sola conversación? Queda chungo.

8) "Alex tuvo que retroceder varios pasos para no ser víctima de los afilados intentos de matarlas, ya fuese a dagazos o a puñetazos con la izquierda, armada con los minifilos."
Intentos de "matarlas"? A quienes? Dagazos? Que tal "cortes" o "tajos"... Escribir dejándose llevar por la inspiración mola, pero luego hay que repasar para ver estas cosas.

9) "Ataque, ataque, esquiva, bloqueo, contrataque, doble parada, retroceso, ataque, contrataque..." X, círculo, Triángulo y R2 para hacer el especial. Lo sé. Soy malo.

10) Otra vez el puto símil de comparar una pelea con una danza? Voy a tener que meter una que sea como una sesión de batuka, o como la digestión de un Yak.

11) "una Giordano bautizada como Crucifixion." vease punto 6

12) Que acceso tiene el niño pijo a esos "papeles viejos y medio perdidos de ShinRa" Que pasa? Es que ahora se puede dominar el mundo sin recurrir a trituradoras de documentos, incineradores y cajas fuertes? Ah, vale... El pase especial. Con solo 22 años!!! Recuerdas cierto link de la wiki que te pasé hace un par de meses?

13) Adán? Eva? Flyyyy me to the mooooon and let me plaaaaaay a movie staaaaaar...

14) "SHINRA es una corporación de huevos pdoridos" Esa hortojrafía...

15) Y más importante de todo: DONDE MIERDA ESTÁ EL ENLACE?

Ukio sensei dijo...

Repasado y visto el enlace en lo de los libros sobre Wutai. Muy cogido por los pelos, teniendo en cuenta que no recuerdo si Irvin dijo nada de que su viejuno escribiese (y no encontré nada con un repaso superficial).

Tan dificil es que un periódico de segunda fila saque un artículo sobre un bebé muerto encontrado en un contenedor? Mira que os gusta complicaros la vida inventando lo retorcido y obviar lo evidente.

Lectora de cómics dijo...

uf... a ver, así a grandes rasgos como que le veo un gran paralelismo con el último relato conjunto entre Ukio y yo y su última consecuencia (asesino buscando por la ley acaba en cita con un miembro de Shin-Ra) pero vale que las coincidencias existen. Pasa que me parece casi demasiado forzado, toda la situación en general, no sé. Al combate le falta emoción, chicha, el estar con el alma en vilo.

Cuidado con las expresiones y recursos coloquiales, suelen quedar mal en literatura a menos que estén en contexto.
Y por favor, POR FAVOR, no "ojiverdes" "tricolores" "peliazules" etc @____@ dejad eso para los fics mediocres de fanfiction.net y amoryaoi.es, mejor, aunque quede más largo un "el chico de los ojos verdes/esmeralda/oliva/bosque/absenta/loquesea".

Soy de un picajoso que no puedo con ello, sorry ^^U

Lara LI dijo...

Punto 1: no me gusta escribir peleas, nunca me ha gustado y nunca me gustará. Me parece algo que se expresa mejor con visualidad que con palabras.

Punto 2: yo pongo los nombres que quiero ¬¬ acaso me he metido yo con tus ridículos nombres de "Giulianna Ivvete de Castellanera e Brusacio y María de todos los Santos?". Y si me da la gana de ponerle nombres a las armas, lo hago.

Punto 3: llamarle niña a veces es una forma de evitar repetirme, y hace referencia a su aspecto externo. Creo haber mencionado de sobra que tiene 25 años reales.

Punto 4: lo de no ser una sociópata es lo que ELLA creee... no tiene que corresponder a su realidad, y está especificado en el relato.

Punto 5: Alex ES un poser. Es un personaje pensado así. Y sí, tiene pase especial ¬¬ es lo que tiene que te salga dinero hasta por el ojete.

Punto 6: "SHINRA es una corporación de huevos pdoridos", vale, se me coló una falta ortog´rafica, se corrige y punto.


No voy a seguir porque me estoy poniendo bastante mala y es muy temporano y por las mañanas no soy persona.
Y sí, lo de la cita no estaba pensado para copiar a nadie. Tenía esta trama decidida hace tiempo y coincidió justo con la vuestra.


P.S: no juzguéis ciertas cosas con tan sólo lo aparecido hasta ahora. Hay incoherencias que no son tales porque luego se explican.

Lara LI dijo...

Ah, sí, lo olvidaba: si no te gusta la metáfora de comparar la lucha con la danza, no la leas, así de simple. Es MI opinión y mi forma de verlo.
Yo tampoco encuentro mucho placer en leer las detalladas y tediosas descripciones que haces sobre armamento, militancia, etc... y nunca protesto por eso.

Ukio sensei dijo...

El nombre de Yvette está puesto expresamente para ser una puta parodia, como creía que era evidente.

Si no te gusta describir peleas, léete vagabond y fíjate en el estilo subjetivo en el que las pone. Las cosas hechas a desgana suelen quedar mal.

Los huevos pdoridos es un ejemplo, pero hay más. Lo puse para que buscases. Repito: Repasa las cosas después de escribirlas.

Lo de "niña" es para sugerirte que busques otras formas de no repetirte.

El dinero por el ojete, aún así lo digo porque un rasgo de los Mary Sues es haber logrado llegar a ser la hostia siendo muy jóvenes. Ponía un ejemplo de Star Trek.

9 de cada 10 peleas literarias son una danza. En la déccima están Henton o Kurtz. XDDD

Lectora de cómics dijo...

Lo siento si te has sentido ofendida, en ningún momento fue mi intención. Lo de la cite lo cité (valga la redundancia) como una curiosidad y sin ánimo de acusación.
No juzgo, opino que la situación se ve algo forzada básicamente porque va todo muy al galope, a penas hemos empezado a conocer a Alexander, como comprenderás para el lector sus intenciones finales parecen muy bruscas.

Pero es cierto, cada uno en su relato hace lo que quiere.

Paul Allen dijo...

¿Alexander?

Durante un momento creí leer una comedia amorosa nipona. Hubo momentos que rozaron el bochorno propio del mierdoso Love Hina: Primero nos damos de hostias y luego nos queremos, por mucho que me llames "pervertido". Lo cual me lleva a hablar del forzadísimo final. ¿Tenías pensado hacer eso desde el mismo momento en el que el tipo hizo su primera aparición?

Te recomiendo que pulas la ortografía pero YA, además de que planees la historia con mucha antelación y te saques situaciones más originales de la manga.

Te recomiendo que veas o leas alguna obra de estilo Noir, ya sea película o novela. Si es un clásico, mejor que mejor.